
Bonifacio Mantecón, piragüismo.
Rotuladores sobre papel kraft
«Una vez recuperado de la lesión que sufrí en aquella desastrosa clase de Body Combat (leer aquí) , me interesé por el piragüismo. Me llamó la atención porque es una disciplina que combina deporte y naturaleza, y sobre todo porque se practica sentado. Así que pensé: “esto va a ser lo mío”. Preparé la mochila con un bocadillo de filete empanado, mi culote del Reynolds y la gorra de Caja Rural y me dirigí al club que hay en mi ciudad, obviamente junto al río.»
Para leer la historia completa pincha aquí: Las peripecias de Bonifacio Mantecón (5): “Al infierno se llega en piragua”